¿Se pueden comer productos congelados caducados?
Verduras, carne, pescado, platos precocinados…, la sección de congelados del supermercado es cada vez más extensa, y todos compramos en alguna ocasión productos de este tipo. Si nos fijamos en su fecha de caducidad, comprobamos que es bastante extensa, pero tarde o temprano va a llegar, y entonces surge la duda: ¿se pueden comer productos congelados caducados?
Cuánto tiempo se puede congelar un producto
La congelación es un buen método para conservar los alimentos perecederos, porque el frío evita que puedan proliferar las bacterias. En consecuencia, podemos guardar el producto durante mucho más tiempo. Eso sí, una vez descongelado, hay que consumirlo en unas 24 o 48 horas, porque esas bacterias, cuya acción hemos parado con la congelación, vuelven a actuar rápidamente en cuanto el alimento sale del congelador. Por esa misma razón, no debemos volver a congelar algo que hayamos descongelado previamente.
El tiempo que podemos conservar un producto congelado depende tanto de las características de este en sí mismo como de la calidad de nuestro congelador. Si el aparato es capaz de mantener de forma sostenida una temperatura que se encuentre entre -18 °C y -24 °C, la comida se puede conservar durante más tiempo.
En el caso de las carnes magras como el pollo o el pavo, se pueden conservar en el congelador durante unos 12 meses sin ningún problema.
Por el contrario, si la carne tiene grasa, es mejor no dejarla tantos meses porque la grasa tiende a enranciarse con el paso del tiempo y el sabor del producto ya no será igual cuando lo vayamos a consumir.
Con el pescado pasa algo similar. El pescado azul puede aguantar un máximo de tres meses congelado, mientras que el pescado blanco estará en óptimas condiciones hasta los seis meses.
Por lo que se refiere al marisco, este se puede tener congelado sin problema durante un año.
Las verduras se pueden guardar igualmente durante un año, aunque se recomienda hacer el proceso de blanqueado o escaldado.
¿Y si el producto está caducado?
En este caso pueden darse dos situaciones. La primera es que tengamos un producto fresco cuya fecha de caducidad esté próxima a su vencimiento y decidamos congelarlo para conservarlo más tiempo.
Antes de poner el producto en el congelador debes asegurarte de que sus condiciones son óptimas. Si tiene mal aspecto, desprende olor o, en el caso de la carne o el pescado, ha empezado a soltar jugos, lo mejor es que te deshagas de ese producto. Por el contrario, si el alimento está en buen estado, lo puedes congelar y consumirlo más tarde. Esta recomendación solo es aplicable en el hogar, puesto que para congelar en hostelería y otros establecimientos, se debe disponer de equipos especiales de enfriamiento rápido (abatidor).
La otra opción es que hayas adquirido un producto congelado y a la hora de consumirlo te des cuenta de que ha pasado su fecha de caducidad. Que pase esto no es demasiado común, ya que los congelados del supermercado pasan por un de control de calidad en continuo. En este caso, debes devolverlo al centro donde se adquirió o al proveedor (para profesionales)
Cómo valorar la calidad en productos congelados
Como norma general, un producto comprado congelado suele estar en buenas condiciones pasada su fecha de caducidad. No obstante, debemos prestar atención al estado en que se encuentra el producto cuando lo descongelemos.
Si tras volver a su estado normal, el alimento descongelado presenta el mismo aspecto, color y olor que uno que no estuviera congelado, lo puedes consumir sin ningún problema. Por el contrario, si ves alguno de los siguientes signos, es mejor que lo descartes:
- Quemadura por congelación: se produce cuando todo o una parte del alimento ha estado expuesta al aire. Es decir, que no estaba del todo protegido. Aunque el producto esté en buen estado, la textura de esa zona congelada no será agradable. Puedes retirarla o, si es muy grande, valora desechar esa comida.
- Olor: si al descongelar el alimento notas que desprende un olor extraño, no lo dudes y tíralo a la basura.
- Textura: un alimento que, una vez descongelado, que está más blando y viscoso de lo que debería estar, está dando síntomas de que las bacterias han empezado a causar efectos en él, así que no se puede consumir.
- Color: tanto si el alimento se ha decolorado, como si presenta un tono más oscuro, son síntomas de que algo no va como debe, y es mejor no consumirlo.
Riesgos de comer un producto congelado fuera del margen
Siempre debemos prestar atención a la caducidad de los productos congelados, porque el hecho de estar conservados a varios grados bajo cero no implica necesariamente que podamos tenerlos guardados durante un tiempo excesivo.
En caso de que prepares alimentos para su consumo por parte de tus clientes, siempre debes extremar las precauciones a la hora de conservar la comida y garantizar su buen estado. Si necesitas un análisis de alimentos, estamos a tu disposición.
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública