Claves para realizar una correcta gestión de residuos SANDACH
Los restos orgánicos procedentes de animales que no se emplean para elaborar productos consumibles por las personas son denominados técnicamente residuos SANDACH.
Estos restos deben manipularse, trasladarse, procesarse o destruirse según lo especificado en la normativa europea y nacional que regula su tratamiento.
Qué es SANDACH
SANDACH es el acrónimo de “Subproductos Animales No Destinados Al Consumo Humano”. ¿Y cuándo se generan estos subproductos? En cualquier momento del proceso de producción y transformación de alimentos o productos de origen animal. A modo de ejemplo, se consideran SANDACH:
- Algunas de las partes de los animales que no son aptas para el consumo humano.
- Los productos de origen animal en mal estado de conservación o que no cumplen con todos los requisitos sanitarios para ser destinados al consumo humano.
- Los animales de cría muertos por enfermedad o por cualquier otra causa que sea ajena a su sacrificio en las granjas.
Los procedimientos de gestión de los residuos SANDACH persiguen tres objetivos esenciales:
- Garantizar la seguridad de la cadena alimentaria y la protección de la salud pública.
- Preservar la salud de los animales que son criados para obtener carne, leche, huevos u otras materias primas.
- Contribuir a la sostenibilidad de los procedimientos de cría, sacrificio y transformación y, por tanto, a la preservación del medio ambiente.
Para cumplir el último objetivo es imprescindible potenciar su reaprovechamiento, dado que muchos de ellos pueden emplearse para elaborar otros productos como abonos, piensos o biocombustibles.
Además, el reaprovechamiento reduce la eliminación improductiva por enterramiento o incineración, así como el impacto ambiental que esto último supone.
Quién genera este tipo de subproductos
Los principales generadores de SANDACH son:
- Mataderos y salas de despiece.
- Plantas de procesamiento de pescados.
- Empresas conserveras.
- Fabricantes de alimentos de origen animal preparados y/o envasados.
- Fábricas de grasas y aceites de origen animal.
- Plantas elaboradoras de piensos para animales.
También se producen SANDACH en las granjas pecuarias y en algunos establecimientos alimentarios minoristas, como las pescaderías, las carnicerías o las casquerías.
Cómo se clasifican los residuos SANDACH
Existen tres categorías SANDACH, según los posibles riesgos:
Categoría 1
En esta categoría se incluyen:
- Los subproductos animales con riesgo de generar patologías transmisibles.
- Los que contienen residuos de sustancias prohibidas o contaminantes medioambientales.
A modo de ejemplo, en esta categoría entran tanto los subproductos procedentes de animales muertos por alguna EET (Encefalopatía Espongiforme Transmisible), la peste porcina o la gripe aviar, como los procedentes de aquellos que han sido tratados con hormonas o con fármacos no autorizados.
Categoría 2
Aquí están incluidos aquellos subproductos animales que presentan riesgos evidentes para la salud pública o para la salud de otros animales, pero distintos a los señalados en la Categoría 1.
Por ejemplo, el estiércol, el guano avícola, las sustancias contenidas en el aparato digestivo de los animales, la sangre, las placentas, las plumas, el pelo, las pezuñas e incluso la leche cruda.
Un ejemplo de SANDACH categoría 2 es el pescado con anisakis que se retira en pescaderías.
Categoría 3
La Categoría 3 engloba todos aquellos subproductos animales que, en principio, no suponen por sí mismos un riesgo para la salud pública o la salud animal. Esto no excluye que, en determinadas condiciones desfavorables, puedan generar esos riesgos. Estos son algunos ejemplos:
- Los generados en la elaboración de productos destinados al consumo humano.
- Los productos alimenticios de origen animal desechados para el consumo humano por defectos de fabricación o envasado.
- Los alimentos de origen animal desechados para el consumo humano por expiración del plazo de consumo preferente.
- Los piensos de origen animal desechados por idénticos motivos a los de los dos apartados anteriores.
- Los huevos y las cáscaras procedentes de las incubadoras avícolas.
Por qué es tan importante la gestión de los residuos SANDACH
La correcta gestión de los SANDACH aporta indudables beneficios sanitarios, ambientales y económicos, tanto a las propias empresas como a la sociedad en general. Concretamente:
- Se preserva la seguridad de la cadena alimentaria.
- Se previenen y reducen los riesgos para la salud pública y animal que entrañan dichos subproductos.
- Se evitan crisis alimentarias de alto coste económico y sanitario, como las provocadas en el pasado por la Encefalopatía Bovina Espongiforme (la denominada crisis de las “vacas locas”) o las sucesivas gripes aviares.
- Se impide la presencia de sustancias tóxicas, como hormonas, dioxinas y fármacos veterinarios no autorizados, en los piensos y en los alimentos de consumo humano.
- Se aprovecha el potencial de reutilización y aprovechamiento de esos subproductos.
- Se evitan las sanciones económicas derivadas del incumplimiento de la normativa de manipulación, transporte y tratamiento de los residuos SANDACH.
En este último sentido y a modo de ejemplo, los grandes operadores alimentarios y agropecuarios están obligados a registrar electrónicamente los traslados de estos subproductos en el sistema RMS (Registro de Movimientos SANDACH).
En TRAZA disponemos de recursos para ayudar a que los operadores se adapten a esa y a cualquier otra obligación derivada de la normativa SANDACH. No está de más señalar que una optimización eficiente de los procedimientos de tratamiento de los residuos SANDACH puede generar un beneficio económico adicional a las empresas que los generan.
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública