Con el crecimiento de la economía China y el incremento de su clase media, las necesidades de sus casi 1.400 millones de ciudadanos cambian y su dieta no es una excepción.
Varios productos de primera necesidad como la carne han ganado peso en las comidas, y los consumidores piden cada vez más variedad, sofisticación, pero también altos niveles de calidad.
China no tiene inconveniente en buscar fuera de sus fronteras, y lo hará como hasta ahora, importando el doble de productos agroalimentarios de los que exporta.
Lo más llamativo del asunto, teniendo en cuenta la reputación de este país, son las importantes dificultades debido a los estrictos controles de calidad de las autoridades chinas.