Qué es el Análisis nutricional de los alimentos
No todos los productos de alimentación que llegan al mercado son igual de saludables. Por eso, existe una creciente preocupación entre los ciudadanos sobre los ingredientes y nutrientes que llevan los alimentos. Para resolver la necesidad de información por parte de los consumidores, la legislación obliga a los productores a llevar a cabo un análisis nutricional.
El objetivo es aportar datos a los consumidores para que estos puedan tomar su decisión de compra de manera informada. Siendo conscientes de lo que van a comer.
Qué es un análisis nutricional de alimentos
Como su propio nombre indica, se trata de un proceso que nos permite conocer la composición nutricional de los alimentos, con el fin de poder suministrar información precisa y cuantitativa sobre la cantidad de nutrientes que están presentes en un alimento.
La información principal que aporta este análisis es la cantidad de calorías que tiene un producto. Se suele especificar la cantidad por cada 100 gramos.
Junto a las calorías, también se indica la presencia de otros cuatro nutrientes esenciales: los hidratos de carbono (se desglosan los azúcares), las grasas (especificando las saturadas) y las proteínas y la sal. En el caso de las grasas, algunas empresas optan por dar también la información sobre las de tipo monoinsaturado y las poliinsaturadas. También se puede incluir información sobre el almidón, la fibra o los polialcoholes en los hidratos de carbono.
Para dar mayor valor a su producto, algunas marcas incluyen referencias a la cantidad de vitaminas y minerales. Toda esta información se recoge en el etiquetado, de forma que el análisis de una etiqueta nutricional permita al consumidor tener un mayor conocimiento sobre hasta qué punto es sano o no el alimento que le interesa.
Cómo se realiza un análisis nutricional
En España, la responsable de la normativa sobre análisis nutricional de alimentos es la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que sigue las directrices marcadas en este sentido por la Unión Europea.
Entre la normativa a tener en cuenta destaca el Real Decreto 1169/2011, de 29 de octubre, sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Para llevar a cabo un análisis nutricional de conformidad con la ley, hay que seguir estos pasos:
Recolección de muestras
Siguiendo los procedimientos regulados para evitar posibles contaminaciones y alteraciones de la composición nutricional, se lleva a cabo la recolección de una muestra representativa del alimento que interesa analizar.
Preparación de la muestra
Antes del estudio, las muestras pasan por un proceso de preparación que puede ser diferente en cada caso. Es posible que haya que realizar algún tipo de procesamiento, molerlas u homogeneizarlas, lo que resulte más adecuado para el análisis.
Extracción de nutrientes
El siguiente paso es separar los nutrientes presentes en la muestra de alimentos. Una tarea para la que se pueden utilizar diferentes métodos y componentes como los reactivos químicos.
Cuantificación de nutrientes
Tras la extracción de los nutrientes, se aplican técnicas analíticas para poder cuantificar cada uno de ellos. Es decir, para determinar en qué medida están presentes en ese alimento.
Para llevar a cabo esta tarea se pueden utilizar técnicas como la cromatografía o la espectrofotometría. En todo caso, deben ser pruebas reconocidas a nivel legal y llevadas a cabo por especialistas técnicos.
Análisis de otros componentes
Junto con los nutrientes, el análisis nutricional también puede indagar en la presencia de otros componentes en los alimentos como aditivos o compuestos fitoquímicos.
Interpretación y cálculos
Una vez obtenida toda la información, se interpretan los resultados y se realizan los cálculos para determinar la presencia de cada nutriente en cada 100 gramos o 100 mililitros de producto y en la cantidad de ingesta de referencia.
Obligaciones del etiquetado
La información obtenida en el análisis debe aparecer en el etiquetado final del producto. Es obligatorio que consten:
- Valor energético, expresado en kilocalorías o kilojulios.
- Hidratos de carbono con el desglose de azúcares, expresados en gramos.
- Grasas, con el desglose de las saturadas, siempre en gramos.
- Proteínas en gramos.
- Sal en gramos.
Toda esta información debe figurar en el mismo campo visual y se presentará en un formato claro en forma de tabla, siguiendo el orden que acabamos de ver, para facilitar la localización y comprensión por parte del consumidor. De hecho, la normativa regula incluso el tamaño que debe tener la letra que recoge esta información.
El análisis nutricional es obligatorio para todos los alimentos procesados. Solo están exentos de esta obligación los productos sin transformar o curados que solo incluyen un ingrediente, así como las bebidas cuyo grado alcohólico volumétrico supere el 1,2 % y los alimentos cuyo envase sea inferior a 25 centímetros cúbicos (como las mermeladas de hostelería). También quedan fuera de esta obligación los alimentos no envasados. Si en tu caso necesitas un análisis de alimentos para garantizar la seguridad de tus productos de alimentación, estamos a tu disposición.
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública