Cómo crear un plan frente a los desperdicios alimentarios
Según el índice de desperdicios alimentarios elaborado como parte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio ambiente, a nivel mundial se desperdician cada año 931 millones de toneladas de alimentos. Esto representa el 17 % de los alimentos disponibles para el conjunto de la población global.
Está claro que desperdiciar alimentos es un grave problema contra el que hay que luchar. En el caso de España, contamos desde 2022 con una norma que obliga a las empresas que forman parte de la cadena alimentaria a elaborar un plan de prevención para evitar la pérdida de alimentos.
Qué es un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario
El también conocido como PPDA es un programa que establece medidas para minimizar el volumen de residuos alimentarios que se generan a lo largo de la cadena de suministro de la alimentación.
La elaboración del plan permite tomar conciencia sobre la cantidad de desperdicios alimentarios que se están generando, y adoptar soluciones que mejoren los resultados.
La Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario busca fomentar las buenas prácticas en toda la cadena de suministro. Esto incluye a productores primarios, empresas de procesamiento de alimentos, entidades encargadas de la distribución, puntos de venta, e incluso los consumidores finales.
Con base en esta normativa, todos los agentes de la cadena de suministro deben contar obligatoriamente con un plan de prevención de las pérdidas y el desperdicio. Aunque los afectados tienen libertad a la hora de fijar su PPDA, el orden de prioridades exige intentar dar a los alimentos descartados un uso que evite su desperdicio. Apostando principalmente por la donación o redistribución de los alimentos.
En el caso de alimentos que ya no sean aptos para el consumo humano, estos se destinarán principalmente a la alimentación animal y la fabricación de piensos, así como a la elaboración de subproductos, la obtención de compost o biocombustibles.
Beneficios de contar con un plan frente a los desperdicios alimentarios
Más allá del imperativo legal que obliga a adoptar medidas para la lucha contra el desperdicio alimentario, contar con un PPDA tiene beneficios tanto para los obligados a contar con el plan como para el conjunto de la población.
Mejora de la eficiencia operativa
Al contar con prácticas y procesos centrados en cómo reducir el desperdicio alimentario, es posible mejorar la eficiencia de la cadena de suministro. Haciendo una mejor planificación de la producción y una gestión más adecuada del inventario.
Reducción de costes
Identificando y abordando aquellas partes del proceso en las que se produce mayor desperdicio de alimentos, es posible hacer cambios. Este ahorro en alimentos que ya no se van a descartar, implica una notable reducción de gastos.
Mejora la imagen de la marca
Aquellas empresas que muestran su compromiso con la reducción del desperdicio alimentario son percibidas de forma más positiva por los consumidores.
Cumplimiento de regulaciones
Al cumplir con la obligación de tener un plan frente a los desperdicios alimentarios, las empresas cumplen con su obligación legal y evitan ser sancionadas.
Beneficios sociales
Si el volumen de comida tirada a la basura desciende, es posible garantizar el derecho de alimentación a las personas. Especialmente si esos productos se ofrecen a un precio más económico, de forma que puedan ser adquiridos por quienes disponen de menos recursos.
Pasos para elaborar un PPDA
A través del PPDA se reduce el desperdicio alimentario, pero para lograr este objetivo el plan debe estar bien diseñado e implementado. Esto implica seguir una serie de pasos:
Definir los objetivos estratégicos
Que en este caso se centrarán en reducir las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
Designar a los responsables
Una o varias personas que serán las encargadas de velar por el cumplimiento del PPDA.
Describir el ciclo de vida de los productos y su destino final
Con el objetivo de descubrir en qué punto se producen más desperdicios.
Cuantificar las pérdidas
Hacer el cálculo de cuánto dinero supone el nivel actual de generación de desperdicios.
Analizar las causas y tomar medidas
Analizar las causas que están dando lugar a esas pérdidas y desperdicio, e identificar los puntos críticos en los que se pierden más alimentos, con el fin de definir una serie de medidas correctivas.
Formar al personal
Para que su actuación ayude a prevenir las pérdidas y el desperdicio alimentario.
Seguimiento y actualización del PPDA
Establecer un sistema que permita hacer un seguimiento a fondo del PPDA y de su evolución. Definiendo la fecha en la que se deben presentar los informes relativos a los resultados obtenidos con el plan.
A través de los datos obtenidos se puede saber si se están logrando los objetivos, si hay que hacer ajustes, o si el PPDA es efectivo, pero tiene margen de mejora si se adoptan nuevas medidas.
La lucha contra los desperdicios alimentarios es beneficiosa para la sociedad en su conjunto, así que merece la pena tomar medidas para aprovechar mejor los recursos. Una buena forma de reducir el desperdicio es asegurarse de tener siempre alimentos en óptimas condiciones. En tu caso, si necesitas un análisis de alimentos, en Traza, estamos a tu disposición.
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública