Qué es el Bisfenol A y qué riesgos supone para la salud

Ver todas las noticias
13/09/2023
Compartir

A medida que se tiene un mayor conocimiento público sobre qué es el bisfenol A y los efectos que puede tener sobre el organismo, los consumidores se muestran cada vez más reacios a permitir su presencia en envases que han de contener alimentos y bebidas.

Esto ha llevado a un importante cambio en el mundo del envasado de los alimentos, apostando ahora por materiales que no sean nocivos para la salud.

Qué es el bisfenol A

El bisfenol A o BPA es una sustancia química de origen industrial, que se ha utilizado durante décadas para elaborar plásticos y resinas. Su presencia es común en los plásticos de policarbonato, que hasta no hace demasiado tiempo eran la opción predilecta de los fabricantes para almacenar alimentos y bebidas.

Ahora se sabe que este tipo de sustancias se pueden transferir en dosis muy pequeñas a los alimentos, pero como el consumo de alimentos y bebidas expuestos a BPA es constante, existe un riesgo para la salud. De ahí que se esté limitando su uso.

Qué envases tienen bisfenol A

Las cosas están cambiando, pero hasta no hace demasiado tiempo el bisfenol A era habitual en los grandes contenedores de agua que suele haber en las oficinas, incluso en las botellas pequeñas y en los típicos termos para llevar bebidas calientes o frías.

También tiene presencia en las resinas epoxídicas que se emplean para recubrir el interior de productos metálicos como las latas de conservas o las tapas de las botellas. Así como en los platos, cubiertos y vasos desechables (ahora ya no, porque no pueden ser de plástico) y hasta en los biberones, hasta que se prohibió su uso.

De hecho, también el revestimiento de las tuberías de agua se fabrica a base de hacer reaccionar el BPA con Epiclorhidrina.

Además de en los envases y en las tuberías, el bisfenol A tiene presencia en muchos artículos de uso común:

  • Tickets de la compra.
  • Envases de comida a domicilio.
  • Juguetes de goma.
  • Teléfonos móviles.
  • Pasta de dientes.

Estos son solo algunos ejemplos, pero podríamos exponer muchos más. Por suerte, la concienciación sobre el riesgo que supone la presencia de bisfenol A en alimentos y en artículos de uso cotidiano está llevando a una regulación mucho más estricta sobre su utilización.

Cómo afecta el BPA a la salud

El bisfenol A ha sido identificado como un disruptor endocrino que podría estar detrás de casos de cáncer de mama y de ovarios, problemas de infertilidad y afecciones del sistema metabólico, inmunitario y tiroideo.

Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos a principios de los 2000, puso de manifiesto que un 93 % de las muestras de orina recogidas de estadounidenses mayores de seis años, contenían trazas de BPA.

El bisfenol A accede al organismo a través de los alimentos, al filtrarse a estos directamente de los envases o recipientes en los que llegan a manos de los consumidores. El BPA es metabolizado por el hígado y se elimina a través de la orina, descomponiéndose rápidamente, en tan solo unas horas.

El problema es que, mientras permanece dentro del organismo, actúa como un disruptor endocrino y altera las señales que reciben las hormonas. Tiene una composición molecular similar a varios tipos de estrógenos, y puede tanto amplificar como bloquear la acción de estas hormonas.

Por otro lado, la piel también es capaz de absorber pequeñas cantidades de BPA, por lo que se está intentando reducir su presencia en productos como los tickets de compra.

Al examinar dónde se encuentra el bisfenol A, hemos visto que está en envases utilizados para alimentos y bebidas, pero también en otros productos, incluso en la ropa, porque los tejidos tienen cada vez más componentes plásticos.

Esto ha generado un fuerte debate entre las autoridades sanitarias, que defienden los efectos nocivos de esta sustancia, y las grandes marcas, que argumentan que sus productos son totalmente seguros.

En Europa, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha confirmado oficialmente que la presencia de bisfenol A en los alimentos constituye un riesgo para la salud de los consumidores. Mientras que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) mantiene que el bisfenol A se encuentra en niveles muy bajos en los alimentos, y esto hace que sean seguros.

La EFSA sigue desarrollando estudios en torno a este tema y, en abril de 2023, llevó a cabo una reevaluación de la situación y redujo de manera significativa la cantidad de ingesta diaria tolerable de esta sustancia. Antes se admitían hasta cuatro microgramos por kilo de peso corporal al día, y ahora se ha reducido a 0,2 nanogramos por kilo de peso corporal al día. 

Avanzar en el conocimiento de qué es el bisfenol A y conocer en profundidad sus efectos sobre el organismo, es un reto que las autoridades deben resolver en los próximos años, pero el acuerdo entre autoridades y empresas afectadas parece todavía muy lejano. Mientras tanto, todos los implicados en el sector de la alimentación pueden aportar su granito de arena reduciendo el uso de este y otros productos nocivos. Si necesitas un laboratorio de análisis de alimentos, estamos a tu disposición.

+ posts

Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública