Para qué sirve el agua ozonizada en un proceso de calidad alimentaria
La seguridad y la higiene en los alimentos es algo especialmente importante, y todavía más en el sector de la industria alimentaria y de la hostelería. En este contexto, el uso del agua ozonizada es una de las soluciones más novedosas.
Qué es el agua ozonizada
Es agua normal y corriente (H₂O) a la que se ha añadido ozono u oxígeno activo (O3), un gas que se encuentra presente en la atmósfera en pequeñas cantidades.
El ozono es un gas natural compuesto de tres moléculas de oxígeno, que resulta tener grandes propiedades desinfectantes. Por sí mismo, es capaz de acabar con hongos, virus, bacterias y otros patógenos.
Además de este poder oxidante y desinfectante, el ozono tiene propiedades desodorizantes y es capaz de acabar con los malos olores, neutralizándolos totalmente. Y todo esto lo hace de manera natural, sin dejar ningún tipo de residuo químico.
Al ozonizar el agua, lo que se hace es potabilizar la misma, añadiéndole ozono a través de un ozonizador de agua que capta el oxígeno del exterior y lo pasa por un campo eléctrico de alta tensión que lo convierte en ozono. Una vez que el gas está concentrado, se dosifica directamente en el agua a través de filtros o difusores que están en contacto con deflectores, y así se obtiene el agua ozonizada.
Su uso en hosteleria y en industrias alimentarias
El ozono puede ser un aliado en la mejora de la seguridad alimentaria ya que sirve para reforzar la limpieza y desinfección de las instalaciones de la industria alimentaria y de la hostelería.
El agua ozonizada empleada para la limpieza y desinfección de alimentos produce similares efectos que los desinfectantes químicos, reduciendo las cargas microbianas que pueden resultar nocivas para la salud. A diferencia de otros productos, no deja ningún tipo de residuo químico sobre las superficies en las que se aplica.
Es importante destacar que su efectividad está mucho más limitada en superficies de trabajo que no sean completamente lisas o presenten cierta rugosidad (ejemplo: tablas de corte con cierto desgaste) por lo que se puede considerar como un complemento a la higienización de superficies de trabajo, sin llegar a sustituir al 100% los productos químicos tradicionales.
El uso de este producto en el campo de la seguridad alimentaria tiene múltiples beneficios, pero también hay algunos peligros del agua ozonizada, o más bien desafíos prácticos, que hay que tener presentes.
Para empezar, es necesario establecer unos protocolos estrictos en cuanto a la dosificación y tiempo de exposición de los alimentos al agua ozonizada, y monitorizar los niveles de ozono residual que puedan quedar en ellos.
Por otro lado, el personal encargado de llevar a cabo este proceso debe tener una formación adecuada para que la seguridad esté garantizada en todo momento.
Ventajas de usar el agua ozonizada
El uso de agua tratada previamente con ozono da lugar a una desinfección, siempre que se sigan los protocolos establecidos.
No deja residuos tóxicos
Aunque siempre es conveniente monitorizar si hay restos de ozono sobre los alimentos una vez que han sido desinfectados, en ningún caso este producto va a dejar residuos químicos que puedan resultar nocivos para la salud.
Mantiene las propiedades organolépticas
Los procesos de desinfección con productos químicos pueden alterar el olor, el sabor, e incluso el color de los alimentos. Pero esto no ocurre con el agua ozonizada. La textura, el olor, el color y el sabor siguen siendo los mismos, por lo que no afecta ni a la calidad ni al valor nutricional de los alimentos tratados.
Cuida el medio ambiente
El ozono es un producto natural, un gas que existe en la atmósfera. Su utilización no genera residuos dañinos, ni requiere del uso de productos químicos complementarios, por lo que es una buena alternativa para conseguir que la industria alimentaria sea más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
El agua ozonizada es, en definitiva, una opción a tener muy en cuenta para la desinfección de superficies porque disminuye la carga microbiana de las mismas sin afectar a la calidad del producto y sin generar residuos químicos. Si se establecen y respetan protocolos para su aplicación, la seguridad alimentaria está más que garantizada. Si tienes un negocio y quieres hacer un análisis de alimentos en laboratorio para comprobar el estado de los mismos o un análisis de superficies en la industria alimentaria, estamos a tu disposición. Ponte en contacto con nosotros y te ayudams
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública