Cadmio en alimentos: cuáles son los principales riegos de su consumo
En los ámbitos relacionados con la alimentación saludable aumentan las alertas relacionadas con productos alimenticios que contienen metales pesados. Sin embargo, como veremos, el contenido de cadmio en los alimentos es habitualmente controlado por las autoridades de la Unión Europea.
Qué es el cadmio y dónde podemos encontrarlo
Y el cadmio, ¿qué es? Pues se trata de un elemento metálico pesado que se encuentra de forma natural en la corteza terrestre y cuyo origen principal son las erupciones volcánicas.
¿Dónde se encuentra el cadmio, aparte de en la naturaleza? Este elemento puede ser liberado por las actividades industriales humanas. Y es que el cadmio se utiliza en procesos tan diferentes como puedan ser la galvanización del acero, la producción de pigmentos y estabilizantes, o la fabricación de baterías y productos electrónicos.
Adicionalmente, los fertilizantes producidos a partir de minerales de fosfato y los procesos de refinado de materias primas procedentes de la minería son las principales fuentes de contaminación ambiental por cadmio.
Alimentos que contienen cadmio
Los animales acumulan el exceso de cadmio por ingestión directa. Es el caso de algunos peces procedentes de aguas contaminadas por residuos industriales.
Y en los vegetales, la absorción de cadmio es la consecuencia del uso de fertilizantes que lo contienen o de la situación de las plantaciones en terrenos con exceso de cadmio.
Estos son los principales alimentos con cadmio, susceptibles de sobrepasar los límites recomendados por las autoridades sanitarias de la UE:
- Mariscos y moluscos, especialmente las ostras, los langostinos y las gambas
- Pescados
- Todo tipo de carne de mamíferos y aves de corral
- Verduras
- Cereales
En este sentido, el Departamento de Higiene de los Alimentos y el Medio Ambiente (FEHD), dependiente del gobierno de EEUU, dispone de un estudio que sugiere que los mariscos son los principales contribuyentes de la exposición dietética al cadmio, con un 33 %.
En segundo lugar, se encuentran los cereales y sus derivados, con un 27 %, y en el tercero las verduras, estas con un 17 %.
Como vemos, el abanico de alimentos susceptibles de contener cadmio en exceso es muy amplio. Pero que no cunda la alarma, ya que los controles en Europa son exhaustivos.
Y aunque el tabaco no es ningún alimento, también lo mencionamos porque es la principal fuente de exposición al cadmio para las personas que fuman habitualmente.
Qué riesgos supone para la salud el consumo de alimentos con cadmio
Al ser el cadmio un elemento pesado, su principal problema es que su eliminación orgánica es muy lenta, por lo que tiende a acumularse en exceso, pudiendo ocasionar graves perjuicios para la salud.
Los estudios en animales demuestran que una intoxicación aguda de cadmio puede causar daños irreversibles en el tracto gastrointestinal y afectar a las funciones cardiacas, hepáticas y renales. Hemos de añadir que la toxicidad aguda del cadmio debida a la exposición alimentaria es muy improbable, por no decir imposible.
Otra cosa es la toxicidad crónica que se desarrolla a largo plazo: en este caso, el riñón es el órgano más afectado. En los seres humanos expuestos se ha observado la presencia anormal de proteínas, glucosa y aminoácidos en la orina, un claro indicativo de disfunción tubular renal.
Adicionalmente, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), integrado en la OMS (Organización Mundial de la Salud), considera que existen suficientes pruebas de la carcinogenicidad del cadmio y sus derivados tras la exposición por inhalación.
Sin embargo, las pruebas realizadas por este organismo sugieren que el cadmio no parece tener un potencial genotóxico ni carcinogénico significativo, cuando la sobreexposición a este metal se produce por ingestión.
Cómo prevenir el cadmio en alimentos
Las autoridades de España y de la UE realizan abundantes controles rutinarios de las proporciones de metales pesados, incluido el cadmio, en los alimentos procedentes de importación, o destinados a la venta al por mayor y al por menor.
El porcentaje detectado de excesos de metales pesados y de alimentos retirados de la cadena alimentaria por ese motivo es mínimo.
Como prevención adicional, los productores de alimentos, los intermediarios y los propios consumidores pueden adoptar ciertas pautas para rebajar aún más el riesgo de exposición al cadmio debida a la ingestión de alimentos.
Medidas de prevención para productores e intermediarios
Deben aplicarse estrictamente los procedimientos europeos de buenas prácticas agrícolas, ganaderas y de procesamiento alimentario.
Adicionalmente, se obtendrán los suministros de proveedores contrastados, evitando los países cuya reglamentación sanitaria o alimentaria es laxa o dudosa. De igual manera, un análisis de alimentos, con el fin de garantizar que en los alimentos no existe la presencia de este metal, es un buen método de asegurarse, y siempre puedes solicitarnos este análisis en caso de dudas.
Medidas de prevención para hosteleros y consumidores finales
Los consumidores y profesionales de la hostelería procurarán no adquirir alimentos de proveedores dudosos o que carezcan de Registro Sanitario y, antes de procesar o consumir productos vegetales, habrán de ponerlos en remojo y lavarlos bien.
Además, el consumidor final debe reducir el consumo de mariscos y evitar los pescados de crianza de bajo precio, provenientes de áreas fluviales y marinas situadas en ciertos países asiáticos. Es en esas zonas donde se encuentra el cadmio en mayor concentración.
Con estas sencillas medidas, conseguiremos rebajar aún más el riesgo de que se presente un alto contenido en cadmio en los alimentos que ingerimos o suministramos a terceros. Un contrapunto de seguridad adicional a los estrictos controles activos que las autoridades realizan en toda la Unión Europea.
Vicente de Pablos es Licenciado y Doctor en Veterinaria y Licenciado en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
Profesional especializado en el ámbito de la Seguridad Alimentaria y la Salud Pública